Más de 10 horas de bus ha durado el trayecto desde Ouaga hasta Niamey, la capital de Niger.
Los trámites de salida en la frontera burkinabés de Kantchari fueron de lo mas rudimentario, y sin apenas movimiento alguno de gente ya que los ciudadanos de los países mancomunados del Oeste de África -ECOWAS- (Burkina, Niger, Mali, Costa de Marfil, Togo, Benin y otros más) pueden cruzar entre sus fronteras tan solo con el DNI. Pero para ellos, en muchas ocasiones, llega a ser un proceso vejatorio (si fueran de otro color ellos dirían "extremadamente racista") por parte de los policías. Es, en muchas ocasiones, un trato ratero.
Luego, tras varias decenas de kilómetros llegamos a la frontera nigerina de Makalondi donde un oficial esperaba en la puerta de la guagua que fuéramos bajando, recogió todos los documentos de los pasajeros y tras decirnos que esperásemos ahí mismo, se los llevó a la oficina de inmigración. Pero tras media hora de dilación y en vista que en un momento dado todos los viajeros se dirigieron a prisas a ella, también fui yo, y cual sería mi sorpresa... ver a los policías pidiéndoles 1.000cfa por el "proceso de control", es decir por "apuntar los nombres en un cuaderno". Sin embargo a mí me lo devolvieron sellado y con una sutil sonrisa. Es muy habitual ver a los policías pedir "algo" a los viajeros que llevan algunas "cosas" más que sus pertenencias. Grandes bolsos o paquetes indica que pueden llevar mercancía para comerciar y ellos quieren ser partícipes también de los beneficios. No sólo ésto sino también de supuestos peajes por permitir circular en su zona. Aquí todo se paga. Durante el trayecto pasamos por innumerables controles policiales, y más aún en el lado nigerino que fueron bastante más exhaustivos, sobre todo con lo que se pueda comerciar.
La llegada a Niamey se produjo a ultima hora de la tarde, casi oscureciendo, algo que me jode muchísimo, ya que lo que más odio es no poder ver por donde circulo, sin referencias alguna. Y más aún aquí, que es una ciudad muy amplia y los hoteles económicos están muy distanciados unos de otros.
Desde la estación de STNV donde se detuvo finalmente la guagua no hay mas remedio que coger un taxi pues se encuentra ubicada entre callejuelas de tierra, bastante alejada de la avenida principal. Y en ese momento se está a merced de los buitres mas carroñeros del mundo... los taxista. Tras una inútil espera nadie se dirigía, supuestamente, a la zona donde yo quería ir, por lo que me insistían que lo tenía que coger yo solo. Y eso más me molestaba pues sabía que entre todos los que veníamos en la guagua, algunos tendrían que dirigirse hacia donde yo quería quedarme. Al final, cuando no tuve mas remedio que subir (2.000cfa, me pidieron al principio algo más), aparecieron otros pasajeros... pero fueron ubicados en otro taxi.
La primera búsqueda de hotel fue negativa. El Albergue Golden Dragon (antes Chez Tatayi), uno de los más baratos (para mochileros) y cerca del río, subió los precios más del doble. De 6.500cfa por cama en dormitorio a 20.000cfa por habitación con a/a. Superaba plenamente mi presupuesto diario que está a razón de aprox. 15.000cfa/día. Nuevamente otro taxi y dirección hacia la parte N. de la ciudad, a la Village Chinoise, un complejo de varias hileras de habitaciones adosadas, en . Dispone de 35 habitaciones con un baño para dos habitaciones situadas a ambos lados de la misma. El entorno es muy agradable en un recinto al estilo nigeriano acotado con una amplia terraza con mesas a la que vienen bastantes clientes a beber y charlar hasta las tantas de la noche. Dispone de un restaurante que sirve exquisitos Riz Sauce, Riz Gras, Papas guisadas, Cuscús y ocasionalmente Aloco (plátano). Para el desayuno, es mejor salir fuera del recinto donde se ha establecido pequeños maquis que venden barras de pan caliente, mantequilla, cafe au lait (condensada o evaporada) o refrescos.
Llegué completamente de noche con la esperanza de poder encontrar algo, pero me dijeron que estaban llenos. Chasss, no lo podía creer. Se agotaban las posibilidades de dormir barato en una ciudad donde no abundan los hoteles. Y menos los económicos. El preguntarles si para el siguiente día podría haber alguna libre hizo que el recepcionista encontrara algo raro en los apuntes. Pidió a su compañero que verificara una habitación... y voilà, pude quedarme desde esa noche.
Es una habitación con una cama simple y otra doble, baño compartido con la de al lado y climatizada ( 10.000cfa). Bastante sucia y mal cuidado todo, por cierto. Pero es lo que hay en esta ciudad que ya había leído que es bastante anárquica, y no hace mucho fue algo peligrosa.