Burkina Faso (antiguo Alto Volta), o país de los habitantes honestos (denominación mezcla entre mossi y diola) tiene un tamaño superior a la mitad de España, donde conviven unas 60 etnias, afortunadamente en total armonía.
Los mossi, una sociedad bastante jerarquizada, con un rey o emperador (Mogho Naaba) al que todos rinden pleitesía cada viernes en un acto tradicional, en Ouagadougou donde tiene su residencia, que estaría en la parte alta de la pirámide, mientras que el padre de familia estaría en el siguiente escalón con poderes, son la gran mayoría y ocupan la parte central.
Los Tuaregs, Songhay y Fulanis ocupan la zona norte, aunque por la gran autonomía de estos últimos es fácil encontrarlos en cualquier parte del territorio. Los Peúles, (división de los Fulanis) al noreste, los Lobis al sur, manteniendo aún en muchos lugares sus tradiciones inalteradas), y los Bobos y Diolas al suroeste.
La delicada situación económica del país de estos años atrás ha desembocado en frecuentes golpes de estado debido a los incesantes conflictos políticos de poder, también por sus precarias condiciones climatológicas (escasas precipitaciones, suelos muy pobres o desertización), baja tasa de escolarización y una triste historia dominada por la explotación colonial.
Burkina Faso es en realidad un país con problemas económicos como la mayoría de los países de África, aunque estos últimos años, gracias al continuo crecimiento económico e inversión en educación y sanidad, se vive en una ligera tranquilidad. A pesar de esta pobreza económica, sus paisanos gozan de una enorme reputación debido a sus grandes virtudes: la hospitalidad, la solidaridad, los valores humanos y el significado de la integridad de sus pueblos. Es un país en el que aflora muy fácilmente la sonrisa y donde la gente está dispuesta a compartir lo poco que tienen. En Burkina Faso hay la calidez y hospitalidad, y su riqueza no se mide en términos del producto nacional bruto por su depósito de oro, o por el petróleo, o los diamantes, sino en términos de valores humanos intangibles que ni siquiera los grandes economistas del mundo sabrían calcular. Dentro de poco será las próximas elecciones y el actual jefe del poder, Blaise Campoare, se perfila nuevamente ganador, en una democracia que solo admite dos mandatos consecutivos
Pasear por las calles de cualquier ciudad o gran pueblo es toparse con algunos "charlatanes", unos individuos ávidos de negocio, que incluso llegan a subirse a las guaguas para vender sus productos. A menudo se puede ver una aglomeración de personas y en el centro o a un lado, uno o dos individuos comentando los extraordinarios poderes de sus pócimas o líquidos embotellados en refrescos de 50cc, pequeños botes médicos de cristal al que le inyectan sus ungüentos "para llevar", los polvos mágicos sacados de no se que animal, o incluso el poder que tiene cierta marca de dentrífico que por su ultra frescor llega a quitar el dolor de cabeza!!.
En todos los países africanos que he visitado me he topado con estas gentes que incluso en coches donde instalan altavoces o cintas pregrabadas que constantemente repite la "nota informativa", y mucha otra gente interesada en adquirirla. Destaca entre otras el de la impotencia sexual. Desde siempre, en estas sociedades los hombres se atreven a experimentar con lo que sea para tratar su debilidad en la cama, y nunca se echarán la culpa, sino a sus mujeres el no poder concebir. Aún se sigue perpetrando la circuncisión femenina (mutilación genital), aunque la gente está mucho más concienciada de ello. Líderes religiosos cristianos y sobre todo musulmanes ya han comenzado a aconsejar a sus seguidores la necesidad de acabar con la práctica del corte de clítoris aunque los más tradicionales siguen pensando que tiene mucho "beneficios" a la hora de parir. La mutilación genital femenina se realiza por motivos culturales y religiosos, y las mujeres de casi toda África se ven afectadas por estas prácticas que es ampliamente reconocido por todo el mundo desarrollado como una violación de sus derechos humanos.
En Ouagadougou durante la celebración del Festival Internacional de Cine un escenario era tomado diariamente por una marca de preservativos que informaba a los jóvenes acerca de su utilización. Para muchos era la primera vez que veían los condones y para la gran mayoría, incluida las mujeres, lo era el preservativo femenino. Muchas jóvenes se avergonzaban cuando una de las monitoras mostraba su colocación, muy bien explicado para su entendimiento, en una funda de gafas.
Las escarificaciones en la cara siguen siendo habitual en muchos pueblos burkinabeses, como en otros países colindantes. No sólo señala su ubicación en el país sino que también es una forma de controlar a la gente por parte de los jefes del poblado. Muchos apoyan esta práctica diciendo que es beneficiosa a la hora de ser ayudado por otro individuo cuando anda perdido en una zona que no es la suya (...!!). He visto auténticas salvajadas, que van desde pequeños cortes cicatrizados en pómulos hasta toda la cabeza entera. Incluso la espalda a modo papúo, imitando el cuerpo del cocodrilo sagrado.
Por otro lado, yo no se de dónde han sacado esa leyenda donde los turistas son los "Reyes Magos de los africanos" que van repartiendo cadeau, cadeau!! (regalo) sin control a "to'quisqui". Lo cierto es que en cada esquina casi se puede uno topar con pequeños o mayores que se paran a pedir su regalito "por la cara". Aunque las mayores optan más por pedir "algo" de dinero para darle de comer a una "jartá" de niños que van con ella. Ellos a que le invite a una cerveza.
Y en los poblados es casi común que los pequeños corran al arcén de la pista demandando lo que le corresponde. Al principio me extrañó mucho pues no lo había visto con tanta insistencia en los otros tres países. En Ghana, es que ni se ve eso. Quizás a su gente se le caería la cara de vergüenza y por eso no piden. Pero con el paso de los días me ha resultado hasta agobiante. En muchos casos mi respuesta para los niños ha sido, con un poco de guasa: primero ve al colegio, cuando acabes comienzas a trabajar y luego tendrás el dinero. Las risas de muchos han sido descocada.
Preguntando el porqué de esa costumbre me han contado que desde siempre al fallecer el padre de familia, la primogénita se rapa la cabeza y junto con la familia lloran la pérdida. Los familiares y vecinos se van acercando y le van ofreciendo un "cadeau", que también puede ser dinero. O cuando se llega de visita a una casa familiar se debe traer un regalo para los niños como agradecimiento a la recepción. Otros cuentan que los extranjeros llegan al país para hacer inversiones, construir carreteras, pozos, donación de ropa nueva o usada -en Ghana le llaman "ropa de los muertos" porque no conciben que alguien se desprenda de sus prendas con esa facilidad, a no ser que sea de alguna persona que ha fallecido-, propinas por dejarse fotografiar -y esto puedo aseverar que está haciendo mucho daño al resto de turistas que les gusta la fotografía ya que en muchos casos se forma alboroto alrededor de alguien que intenta tomar una instantánea de lo que sea: paisajes, viviendas, calles o lo que siempre he evitado hacer: tomar primeros planos de ellos, a no ser que me lo autoricen-, o simplemente las "jodidas" chucherías que se ofrece a los más pequeños y que al final lo que se consigue es crear niños pedigüeños.
Hay más de 12.000kms. de carreteras de los cuales 2.000kms. están pavimentadas o mal pavimentadas (hoyos, agujeros, tierra, piedras) debido a la poca inversión que dedica el gobierno. Apenas hay marcas en el pavimento para separar el tráfico que se mueve en direcciones opuestas. Tan sólo diez de las principales carreteras de la red están parcialmente pavimentadas, y las secundarias están plagadas de baches peligrosos, faltan señales, barreras o vallas cerca de los puntos más peligrosos. Otro gran problema es el polvo que levantan de las carreteras sin asfaltar los vehículos y que al introducirse por las ventanas puede dar a los pelos de los pasajeros un desagradable aspecto, al igual que la piel, la ropa y las mochilas. Teniendo en cuenta que cualquiera se podría cruzar con más animales que coches en las carreteras, el tráfico es realmente mínimo.
El país tiene forma casi triangular y las carreteras van de norte a sur o de este a oeste, llegando a prácticamente todos los pueblos y ciudades. La carretera del norte (desde Dori hasta Oursi o Markoye) es totalmente de tierra, muy polvorienta en todo su trazado. Desde Dori hasta Bobo-Diulasso está asfaltada, aunque en algunos puntos se encuentran baches que hace la conducción algo lenta. Y desde el este, Fada-Ngouma hasta el oeste Ouahigouya, casi frontera con Mali, igualmente asfaltada.
La forma más económica de transporte son las guaguas, los minibuses y los taxis compartidos. Algunas compañías disponen de buenas guaguas para trayectos largos, dejando las que se encuentran en estado precario para los trayectos más cortos o por carreteras en mal estado.
Los policías de carretera o las autoridades fronterizas no molestan a los pasajeros de los autobuses, pues son sus conductores quienes pagan, pero son más cabrones con los de los coches, situación que aprovechan para inventarse algún impuesto por el uso de la carretera o para buscar algún problema en la documentación.