Para llegar hasta Kpalime he pasado bajo los acantilados Danyi, una cordillera de altas montañas planas, muy cerca de la frontera con Ghana, por la peor carretera de Togo, y posiblemente la peor de todo estos dos meses que llevo viajando.
Metida entre frondosos montes y bosques de cacao, café, aguacates -los mejores del país- y plataneras, es uno de los mejores escenarios para caminar las montañas o comer una de las mejores verduras del país. Entre su belleza natural se encuentran las montañas más altas y más impresionante del país.
Esta zona central está formada casi en su totalidad por colinas y montes cubiertos de exuberante vegetación destacando algunas cascadas que en tiempo de lluvia son espectaculares.
La primera caminata la hice en el Monte Agou cogiendo un taxi (400cfa) hasta Nyogbo, un pueblo a 15kms. Desde allí se accede caminando por unos preciosos senderos de fácil ascensión donde las vistas son espectaculares al pasar por varios poblados que se encuentran anclados en los bordes de los riscos y que son tremendamente fotogénicos.
Aunque hay una carretera que llega hasta la parte superior donde varias antenas de telefonía, tv y radio apuntan al cielo. Un bloque de cemento marca la parte más alta de la montaña (986mt), y un poco más allá está una antigua base con la primera antena utilizada por los alemanes para comunicarse durante la guerra.
A la siguiente mañana subí en moto hasta el albergue de Prosper (Aubergue des Papillons), un artista del pincel y amante de las mariposas, además de perfecto conocedor de las infinitas plantas medicinales que se encuentran por toda la zona. Realiza unas estupendas pinturas que luego vende en su casa, en Kouma Konda.
Al llegar al poblado nos siguió en su moto Selom, uno de los guías que ha aprendido de Prosper durante muchos años y que al final sería mi guía particular durante estos tres días que me he quedado en la montaña.
Visitar el Monte Klouto (710mt.), las diferentes plantaciones, conocer las plantas medicinales locales, ver de cerca y aprender algo más de las mariposas, son los servicios que se ofrecen aquí.
K.K. es pequeño pero con una creciente industria de mariposas que lo ha hecho famoso en todo el país. Colgado de los árboles se puede ver cantidad de trampas para ellas, algunas llenas. Otros nativos venden unas cajas con tapa de cristal en la que hay pinchadas las más bonitas mariposas disecadas de la zona, junto a algunos insectos como Amantis religiosas, saltamontes o enormes grillos de deslumbrante color negro.
Por los caminos se puede ver a los chiquillos andando con sus redes preparadas para atrapar las mariposas, y por otros caminos y senderos arañas, ratas de campo, mariposas de todas las formas y colores, milpiés enormes, bellísimos grillos y saltamontes, plantaciones de cacao y café, cantidad de plataneras de distintos tamaños...
Los más jóvenes del pueblo se sientan a la sombra de los dos enormes árboles que hay en la plaza central o a la sombra de las casas para vender en mesitas improvisadas caramelos, cacahuetes, kolikos (Ñame o Tapioca frita),...
Por las noches lo mayores se reúnen en el bar que se encuentra junto al albergue para beber cervezas o ron local y charlar de la rutina diaria. Otros se acercan a las mesas a tocar djembés y cantar mientras los más enanos saltan al ritmo de los tam-tam. Sin duda alguna las noches se hacen entrañables.
He coincidido con una pareja de franceses que tenían vehiculo 4x4 con los que he accedido a montes, cascadas e incluso a una pequeña cueva, bajo una montaña, que hemos atravesado.