Algo que he aprendido durante este viaje es que a la mayoría de los togoleses les encanta discutir durante un larguísimo tiempo hasta que llegan a cansarse o aburrirse sin alcanzar al final ningún acuerdo. Pero también son extremadamente amables y atentos, al menos lo están siendo conmigo, y aunque en alguna ocasión me han sorprendido como algunos, sin necesidades reales, se me han acercado para que le invite a comer o le pague.
Suelen ser bastante cultos en política y, aunque desconocen su país, tampoco parece iteresarles mucho.
En los pueblos, al igual que en Ghana, el Chef (Jefe) es el ser superior, al que todos obedecen y respetan y según la región existen jefe de jefes, una estructura parecida a la política, siendo la familia el centro vital del pueblo. También la poligamia. Y la mujer como principal mantenedora de la familia; ellas igualmente en el campo, vendiendo en los puestos callejeros, transportando el agua en enormes palanganas, preparando la comida y cuidando de los hijos y el hombre dedicado al campo o a la pesca. Las niñas se inician desde muy joven en la misma razón. Aún se practican mutilaciones genitales femeninas (12% de niñas) y en muchas casas existe la violencia de género sin que la ley sea bastante efectiva. No se concibe que una mujer de más de 20 años viaje sola por la vida o que aún no se haya casado y no esté con su familia. Aunque por las calles se puede ver enormes carteles aconsejando la buena convivencia entre ambos sexos.
Togo es generalmente un país muy seguro para los turistas mientras no se pasee a altas horas de la noche por lugares poco frecuentados, como en cualquier ciudad del mundo, y la policía es bastante efectiva con los turistas.
Conviven más de 40 grupos étnicos (5.500.000 habitantes), destacando los Ewe, Mina, Kabye y Kotokolis, dedicados a la plantación del Cacao, Cafe, Algodon, Verdura..., divididos en múltiples comunidades locales, la gran mayoría son muy pobres y subsisten de lo que plantan o pescan. Una gran mayoría practica tradiciones animistas -incluso cristianos y musulmanes- incorporándola comúnmente en sus creencias con talismanes para asegurar buen viaje, amores... Cristianos y musulmanes son las religiones más influyentes, sin embargo una gran mayoría también tienen creencias animistas, principalmente cultos vuduístas.
Los sacerdotes animistas son altamente respetados miembros de la comunidad y son a menudo más "manitas" que doctores médicos. Los sacrificios son ofrecidos en lugares resguardados de la casa y regulares festividades están dedicadas al culto. Los animales son sacrificados por los sacerdotes sobre una piedra sagrada durante la ceremonia siendo luego ofrecidos a los dioses.
Algunas iglesias son bastante llamativas y durante los domingos de celebración están sobrecargadas de creyentes. Los pastores en sus sermones no se cortan nada en dar gritos, y los hombres están separados, en algunos casos, de las mujeres quienes, en su mayoría, danzan activamente con sus niños aferrados a la espalda por coloridos pareos.
Me ha extrañado muchísimo ver en algunos comercios de ultramarinos y bares a musulmanes bebiendo aguardiente local que se sirve con un pequeño vaso medidor y se deposita en el que se va a beber -el Islam prohíbe toda bebida alcohólica-.
Aquí no se ve a tantos vendedores callejeros, o deambulando sobre la carretera, ofreciendo mil productos como en Ghana.
Al Sur de la Carretera Nacional -la única que cruza el país-, el trasiego de camiones cargadísimos de mercancías para su distribución por todo el país, o como ruta de paso intermedio entre los países colindantes, es aún más constante. A parte, una peligrosa combinación de malísimos tramos llenos de profundos baches, conductores realmente kamikazes que infravaloran el riesgo, el estado de muchos vehículos -parece que Togo es el destino final de todos los coches de segunda mano que nadie quiere en Europa-, el conducir en muchas ocasiones sin las luces al anochecer, el que no se prohíba conducir y hablar con el móvil, que no haya controles de los conductores que beben -el togolés es uno de los que más cervezas beben-, camiones parados en el carril porque se han averiado -que son muchísimos-, personas que utilizan el carril como sendero de paso, el continuo cruce de cabras, gallinas y sus pollos, perros o niños corriendo de un lado a otro... hacen que viajar por carretera -la única forma- sea bastante peligrosa. Al igual que sucede en Ghana, los minibuses y taxis compartidos son los únicos medios de transporte por el país desde que el tren desapareció, que sumado a las motos-taxis (zemidjan) que también realizan la misma función, colapsan la mayoría de los cruces entre pueblos y ciudades. Sin embargo rulan por todas partes en cualquier punto del país y es la mejor opción para moverse de un punto a otro cercano, mientras los taxis -que a veces van 3 + conductor delante y 4 atrás-, es lo mejor para largos recorridos pues se llenan más rápidos.
Los minibuses son cargados con el doble de su capacidad de pasajeros. A parte, sobre su techo amarran infinidad de bultos como: enormes cajas y sacos, cabras, sillas, mesas, palanganas, bicis, motos... que en algunas ocasiones hasta triplican la altura del vehículo. Mientras no se llene completamente de pasajeros no efectúa la salida, y muchas de las veces hay que esperar hasta varias horas, por lo que no se puede calcular el tiempo que se va a tardar en llegar al destino.
Evidentemente, ante la falta de otras alternativas, éstos son la mejor opción por lo rápido que puede llegar a ser, pues no hace apenas paradas. Quizás se vean pocas pero hay varias compañias privadas de buses y son muy buenas, nuevas y bien mantenidas. La compañía Rakieta -del gobierno- es la que más conexiones hace de largos recorridos (Lome-Kara) realizando algunas paradas intermedias.
El gobierno togolés no hace mucho por ayudar a los ciudadanos para que tengan su vehículo particular por lo que se ven muy pocos coches circulando. De ahí que el vehiculo familiar más utilizado sea la moto. Y la gran mayoría se dediquen al traslado de pasajeros como medio de vida. Hay cantidad de controles de la policía en todo momento, tanto fuera como dentro de las ciudades, mucho más que en Ghana y según he podido observar casi siempre que se detiene al vehículo dentro de la documentación suele haber algún que otro billete de 1.000cfa. Los policías togoleses están bien cebaditos, no se si será del poco trabajo que realizan o lo bien alimentados a base de continuos sobornos por parte de los que no "suelen respetar" algunas normas de la carretera, como sobrepasar el cupo de pasajeros por coche.
Ciertamente, la policía produce un gran respeto al estar vestida con indumentaria militar de camuflaje gris y casi todos armados con fusiles.
Viajar por el país es sólo posible por carretera desde que hace bastantes años despareciera el tren. Ni siquiera hay vuelos internos.
El peor tramo de carretera se encuentra entre Atakpame y Kpalime. Es agónico.