Tomando dirección Norte tuve que volver a Cotonou para subir a otro vehículo que me llevase hasta Abomey, mi siguiente destino.
Los minibuses y taxis en esa dirección salen desde la plaza de la Estrella Roja, al norte de la ciudad, pero también salen desde la estacion de Dantokpa, donde me dejó el taxi colectivo. Pero tardan mucho más tiempo en llenarse (3 delante + 4 detrás) esos viejísimos Peugeots. Estuve más de dos horas esperando para salir! Incluso a mitad de camino el vehículo se detuvo porque a varios cientos de metros había un control de la policía de tráfico. En estos lugares se suelen poner también zemidjans a la espera para llevar a algún pasajero de los vehículos que transporten más de lo permitido, trasladándolos al otro lado de la policía, más alejado, y así evitar la multa. Algo muy corriente en África.
La interesantísima Abomey es una antigua e histórica ciudad Fon del reino de las amazonas del antiguo imperio Dan-Homey, que duró 300 años, y conocida como el santuario de las religiones tradicionales. Destacó en su mejor momento los 12 palacios de los reyes dahomeyan, y que algunos ahoran quedan en pie gracias a los continuos trabajos de retauración, pues a la muerte de uno de ellos, el siguiente construía otro palacio nuevo y sus correspondientes templos vudúes. Las fachadas de muchas de las casas también se edificaban como si fueran la puerta de entrada a un templo. Incluso hay un mercado nocturno "de las almas" donde se dice que abre por la noche para que los espíritus de los antepasados salgan a hacer sus comprillas. Ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, por sus dos restaurados palacios que recuerda la historia de su horrible pasado y que ahora se usa como museo.
Algunos de los reyes dahomeyan fueron verdaderamente sanguinarios y sumado esto al comercio de esclavos, sacrificios humanos y continuas guerras, se ilustra en las paredes de los dos palacios que aún quedan intactos (del rey Ghezo y el de su hijo Glele) y ahora pertenecen al Museo Histórico. La visita al museo, siempre acompañado del guía y en el que no se puede tomar fotos, transcurre por varios recintos. Destaca el trono del rey Ghezo (1818-1858) que está montado sobre cuatro calaveras de sus enemigos. Los muros alrededor del complejo tienen brillantes bajorrelieves que cuentan las historias del pasado. Se dice que para construir algunas partes han mezclado de manera simbólica barro y la sangre de 41 esclavos/prisioneros Oyos (41 parece ser numero sagrado), de hombres y de mujeres. Hoy día los sacrificios de animales han reemplazado esas prácticas.
Este imperio fue famoso por sus Amazonas, feroces mujeres guerreras. La reina Hangbe (1708-1711) estableció tropas compuestas de estas Amazonas para asegurar la vida de la corona real, jugando un rol importante en lo relacionado al espionaje y las hazañas bélicas. El rey Ghezo reorganizó mas tarde esa armada. La corte más grande sobre Ghezo albergaba 200 amazonas, representando el 30% de la armada. Eran reclutadas entre los 12 y 14 años de edad y seleccionadas según su corpulencia física entre los poblados y centros urbanos y entre las cautivas de guerra. Los entrenamientos se llevaba a cabo en Zassa dentro del viejo palacio del rey.
Fui a la oficina turística para conseguir un guía con moto para que me llevara a los lugares más importantes y me contara su historia mediante un Tour de varias horas.
También fuimos a la antigua ciudad subterránea Agongointo, en Bohicon, para entrar en algunas de las cuevas-viviendas donde se escondían los guerreros para defenderse de los ataques de los Oyos (sur-oeste de Nigeria).