Ya he llegado a Cotonou, principalmente para obtener el visado de Burkina Faso, último procedimiento administrativo que me queda por realizar en este viaje para así poder cruzar la frontera por el norte de Benin, y visitar luego la ciudad flotante de Ganvie, anclada en el lago Nokoue.
Las formalidades administrativas tanto en un lado como en otro han sido muy parecidas: las policías tomaron "su tiempo" en escribir en sus cutres libretas toda mi información personal, en realizarme algunas sencillas preguntas y sellarme el pasaporte, para luego permitirme el paso. En cada establecimiento fronterizo se encuentra una serie de individuos ajenos a la policía que intentan ayudar a rellenar la hoja que gratuitamente se retira de la oficina, y que ellos venden para así ganarse algunos miles de CFAs. De hecho, hay mucha gente que no sabe leer y escribir y llegan a ser de gran ayuda. Se evitan así ser "choteado" por los agentes que en muchas ocasiones son tremendamente humillantes con los negros. Aunque no siendo la capital oficial del país, es donde todo sucede, incluyendo el principal puerto de Benin, localizado muy cerca del centro de la ciudad. Tiene muy poco o nada que mostrar. Quizás más conocida por ser una ciudad complicada para moverse -que para mí no hubo impedimento alguno-, y descrita por un libro de viaje como "una ciudad no diseñada para relajarse". Pero nada puede tener preparado a nadie para tal caos, polución, sonoro tráfico con cientos de Scooters y mopeds esquivando camiones dirigiéndose o viniendo del muelle, policías soplando arrebatadamente el silbato, tráfico bloqueado completamente por la construcción del principal puente alto, calles en el mismo centro de la ciudad cerrado por obras y todo el tráfico desviado a través de algunos tramos polvorientos sin concluir. La mejor manera de moverse por la ciudad es en "Zemi" aunque la conducción de estos individuos especialistas en buscar el esquivar todo tipo de obstáculos, trenseúntes u otro zemis, de manera "kamikaze", hace a cualquiera salirle el corazón por la boca. A cada momento hay algún que otro motorista tirado por el suelo, con la moto destrozada y rodeado de curiosos arbitrando quién es más culpable que quien. Incluso, más arriesgado es cruzar si no se toma las medidas necesarias. Como llegar a estar casi 5min. esperando en un paso de peatones!!.
El africano de por sí es muy educado pero cuando se sube a un vehículo se transforma en arrogante, irrespetuoso y maquiavélico. Me he quedado en el hotel Le Crillon (6.500cfa), justo en el centro de la ciudad, en el barrio Jonquet (catalogado por muchos como zona de riesgo alto) muy cerca de toda la movida de maquis playeros, he caminado la ciudad hasta bastante tarde, cuando apenas hay nadie, y se puede cruzar sus calles con toda tranquilidad.
En ningún momento me he sentido en riesgo alguno. Aunque la playa sea de lo peor que cualquiera pudiera imaginar debido a su suciedad. Sin embargo al otro extremo, pasando el barrio Fidjrosse, se encuentra la mejor zona para tomarse unas cervecitas o comer bajo las sombras de los Paillotes (marquesinas de madera y techos de rafia) que se encuentran sobre la arena a pocos metros del agua. También cerca se encuentra el Grand Marche Dantokpa (5min en zemi/150cfa), junto a la asquerosa orilla de la laguna de Cotonou (...y eso que a mi no me da asco nada!), donde todo se vende en este laberíntico complejo de diminutos puestos tradicionales, al igual que en su horrible edificio como en las calles colindante lleno de taxis mal aparcados, en continua lucha con los guarda-parking que no dejan pasar un taxi sin que pague el derecho de usar esa parcela para recoger a los pasajeros que van en alguna dirección. Al otro lado, y a poca distancia el mercado St. Michel, algo mas relajado, también tiene su específica clientela y se caracteriza por la colocación de sus puestos de manera circular. También es igualmente sucio y vivaraz.
El siguiente día lo dedicaba enteramente para ver el poblado flotante de Ganvie. Para llegar a él hay que tomar un taxi desde el parking del mercado Danktopa hasta Calavi (Calavi-Abomey), a 18kms. al noroeste de Cotonou. No se puede acceder de otra manera. En el puerto, a orillas del lago Nokoue, hay que alquilar obligatoriamente una piragua, con guía incluido, para poder llegar hasta las casitas flotantes que tanto caracteriza a este poblado que se encuentra a 8kms. de la orilla. Los precios ya están marcados por el Ministerio de Turismo (7.050cfa / 6.050cfa), según se quiera ir con motor fuera-borda o sin él. El precio va aumentando según los acompañantes pero cuanto más compartido esté, más económico resulta. Yo coincidí con una familia de tres alemanes y compartimos los gastos. Normalmente aquí llega cantidad de grupos turísticos que en muchas ocasiones llegan a incomodar a sus habitantes con el constante "ataque" de cámaras fotográficas.
Mientras se avanza se pasa junto a pequeñas islas con mucha vegetación, humedales y particulares plantaciones que alimentan a los peces que luego serán capturados por los locales para consumo propio o vendidos en diferentes mercados por las mujeres, donde otros productos serán adquiridos y traídos de vuelta a casa. Nos cruzábamos constantemente con grandes canoas que transportaban a vecinos a la orilla o regresando del mercado, algunas madres con sus pequeños atados a la espalda, otras paleando mientras sus pequeños jugaban con el agua, embarcaciones cargadas de ramas y cañas, piragüas con velas hechas de coloridos trozos y jóvenes lanzando sus pequeñas redes de pesca.
Ganvie, que está considerada como el asentamiento más grande sobre el agua de toda África, tiene algo más de 30.000hab. -gran contraste comparándola a Nzulezo cuando la visité estando en Ghana-, y muy poca tierra seca. Cada simple edificación se caracteriza por estar sobre estacas de madera de varios metros sobre el agua, dependiendo del nivel del lago y, por consiguiente, de las lluvias. Ahora es época seca y se ve algo más de tierra. Hay escuelas, tiendas, atención sanitaria, varios hostales, un mercado flotante diario, depósitos de agua potable... La economía del enorme poblado se basa en la pesca, y en vez de tener cada familia terrenos de cultivo como habría en cualquier comunidad, ésta tiene una sección del lago que acotan con estacas, y en su interior cultivan plantas flotantes y ramas que al pudrirse atrae a los peces para alimentarse y al crecer quedan atrapados entre las raíces. Muchos jóvenes en canoas usan cantidad de métodos de pesca con diferentes redes -muchas de las cuales no respetan las medidas de pesca atrapando a los más pequeños- y sedal.
El poblado fue establecido sobre el lago durante los días de guerras tribales y se expandió enormemente durante el comercio de esclavos, ofreciendo una excelente protección de las tribus invasoras desde que razones religiosas impedía a los soldados enemigos Dan-Homey (actual Abomey) entrar en el agua para continuar sus ataques. La traducción de Ganvie probablemente signifique: Ga = salvación, y Vie = comunidad. Sus ancestros, que pertenecían a la comunidad Tofinu, encontraron suficiente espacio para instalarse, plantar y cultivar.